Archicofradía de San José y Stmo. Cristo de la Vida Eterna

Breve reseña de la Primitiva Archicofradía de S. José.

Esta Hermandad es una de las mas antiguas de Madrid. En el reinado de Juan II da su pragmática para fomentar y estimular la artesanía en la villa de Madrid, en 1451. Radicada en el Monasterio de la Santísima Trinidad, aunque su cronología data del Siglo XV (1412). En 1580  se crearon los primeros estatutos por los llamados en su época los matafuegos (carpinteros) bajo la advocación de San José (Patrono de este oficio). A mediados del siglo XVII se incorporan a esta Hermandad los artesanos relacionados con este oficio (Ensambladores, Torneros y Ebanistas). 

Actualmente está ubicada en la Parroquia de Santa Cruz donde tiene una Capilla de su propiedad que consta de: altar principal ocupando todo el frente de la capilla con una hornacina en la que se hallan alojados dos imágenes de 1, 85 m. de alto de San José y la Virgen Maria con el Niño Jesús.

Breve reseña de la procesión del Santo Entierro.

Pasos:

El Primero, que va precedido por la Cruz Guía de la Hermandad, es el Lignum Crucis. Relicario en plata sobredorada de 1962, cuyo autor es D. Francisco de la Cruz, que preside el altar mayor de la Parroquia de Santa Cruz. 

El siguiente paso es una preciosa talla yacente del Stmo. Cristo de la Vida Eterna del año 1941, figura atribuida al escultor D. Jacinto Higueras, que replica al desaparecido en la Guerra Civil Española obra de D. Juan Pascual de Mena del siglo XVII.

Hay que destacar que el parteluz que divide la puerta principal del templo impide la salido del paso procesional el Viernes Santo de su sede canónica, por lo tanto, la talla queda expuesta en su capilla y posteriormente es trasladada al altar mayor para la veneración pública en devoto besapié instantes antes de su traslado a hombros por los hermanos cofrades al vecino Palacio de Santa Cruz donde es entronizado en urna acristalada sobre calesa tallada y dorada en oro fino, datada en 1946 es obra de Francisco Palma Burgos; y adornada por faroles de 1958, obra del broncista D. Pedro Villalba.

El tercer paso se incorpora a la procesión en el año 1994. Es una imagen de la Virgen de la Paz, talla realizada después de la Guerra Civil en el taller de Agustín López Miraz y atribuida al tallista Sr. Carballido. Esta figura procesiona en una calesa de estilo neoclásico, de madera sobredorada, ejecutada por el taller de Artesanía Religiosa Juan Luis García García-Muro de Polán (Toledo).

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