22 marzo, 2024
El Vía Crucis se originó en Jerusalén, donde los primeros cristianos veneraban Los Santos Lugares relacionadnos con la pasión de Jesucristo. Con el tiempo, esta práctica se extendió por todo el mundo, especialmente impulsada por los Franciscanos custodios de Tierra Santa. El Beato Álvaro de Córdoba fue el primero en construir un Vía Crucis fuera de Jerusalén, en 1423 en Córdoba.
Rezando el ejercicio del Santo Vía Crucis, tenemos oportunidad de beneficiarnos de la indulgencia plenaria que la Iglesia concede.
Cada Viernes de cuaresma, en nuestra parroquia, recorreremos y meditaremos sobre los momentos de la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo.